Terapia en tiempos de pandemia

 en Psicología clínica
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La pandemia del Coronavirus y las benéficas medidas actuales de restricción de contacto social, han impuesto un reto a psicólogos y psiquiatras. Atender la salud mental, bajo estas medidas, trastoca las sesiones que, por lo general, abordamos en nuestros consultorios. Esta situación nos invita a adaptarnos y aprovechar la tecnología, para seguir en contacto con aquellos con quienes trabajamos aspectos importantes de su salud emocional. Por esta desafortunada circunstancia no podemos interrumpir sus tratamientos.

 

Zoom, Skype, FaceTime, Hangouts, incluso WhatsApp, son algunas de las diferentes aplicaciones que pueden ser utilizadas con facilidad (aunque esta última tiene constantes interrupciones debido a la frecuencia de mensajes entrantes). Todas las herramientas citadas ofrecen alguna versión gratuita. Es difícil evitar que surjan contratiempos con la señal de internet: se congela la imagen, se interrumpe la llamada o puede haber un desfase de tiempo real entre el emisor y el receptor, afectando y distrayendo mucho del contenido de la sesión.

 

Debido a que muchos profesionales de la salud mental nos encontramos en esta circunstancia, he reunido y comparto aquí algunas recomendaciones de expertos y otras desde mi propia experiencia, para que las sesiones online puedan resultar exitosas:

 

  • En primer lugar, planear con antelación el setting o ambiente para que estar libre de interrupciones. Idealmente el terapeuta puede estar en su consultorio o en algún espacio tranquilo de su casa (que no haya niños haciendo ruido o perros ladrando).
  • Tener todo listo por lo menos 5 minutos antes, considerando cualquier problema técnico que pudiera surgir.
  • Es recomendable usar audífonos: aumentan la concentración y aíslan los ruidos externos.
  • Contar con iluminación adecuada, preferentemente luz de día que ayude a un buen enfoque de la cámara.
  • Acomodar laptop, Tablet o teléfono celular en un escritorio, para evitar los movimientos y tener una mejor imagen.
  • Evitar objetos en movimiento, tales como abanicos, ya que distorsionan la imagen en pantalla.
  • Cerrar todas la sesiones, programas y pestañas del navegador que se tengan abiertos en el dispositivo, ya que utilizan señal de internet y pueden contribuir a que se “atore” la señal.
  • De preferencia evitar la saturación de las líneas con más “streamings” en la casa, y estar cerca del router de WIFI y/o asegurarse que la señal esté fuerte en el icono de WIFI del dispositivo.
  • Si es posible, tener como respaldo la señal de 4G del celular para conectarse si el WIFI falla.
  • Asegurarse de que no se estén realizando o vayan a iniciarse actualizaciones durante la sesión.

 

Un aspecto esencial de la terapia es la seguridad y confidencialidad de la información, que una vez que se utilizan telecomunicaciones, implican un riesgo. Debido a que no existen leyes o regulaciones adecuadas para la terapia psicológica online, el terapeuta deberá hacer todo lo necesario para que la información de sus pacientes esté segura y sea manejada bajo estrictos lineamientos éticos.

 

Al inicio esta modalidad se brindará información para obtener un consentimiento informado. El paciente deberá tener conocimiento de la formación profesional que acredita a un profesional como psicoterapeuta, así como la experiencia y áreas de especialidad. Es indispensable la claridad de cómo serán las comunicaciones: si únicamente en video llamada o también por correo electrónico o chat; se aclararán las limitaciones del método; los procedimientos previstos si se presentaran situaciones de crisis o emergencias. Así como los honorarios y métodos de pago.

 

Es importante recalcar que las sesiones psicoterapéuticas en línea son una buena herramienta como complemento a una terapia presencial, pero no son lo ideal. Especialmente en casos de terapia de pareja o familiar se vuelve muy complicada la atención. De la misma manera, no es recomendable para evaluaciones psicológicas y terapias infantiles. Asimismo, no todos los trastornos, especialmente los graves, pueden ser tratados por este medio.

 

En el caso de requerir una intervención “cara a cara”, será necesario mantener las precauciones debidas de higiene y distancia para evitar posibles contagios. Algunas recomendaciones prácticas:

  • Espaciar las citas con el fin de higienizar y/o ventilar el consultorio.
  • Aplicar gel antibacterial entre cada sesión.
  • No saludar ni despedir de mano.
  • Pedir a los pacientes abstenerse de agendar una cita si presentan síntomas respiratorios o si han tenido contacto con pacientes infectados en las últimas dos semanas o si han viajado a países donde se esté presentando la pandemia.

 

Vivimos una época inédita (que genera gran ansiedad y dispara complicaciones en la salud mental), la distancia social es una necesidad impuesta, por fortuna podemos promover el contacto de otras formas, y la terapia online es una opción para no interrumpir la relación, que para los pacientes es una importante fuente de apoyo.

 

Estamos apenas en una etapa de experimentación y falta investigación respecto a la psicoterapia online. También necesitamos desarrollar y ejercer legislaciones adecuadas. Sin embargo, entre todos podemos ir avanzando y preparándonos en el uso de esta y otras alternativas que eleven la calidad de la salud mental en todo el mundo.

 

Siendo creativos y flexibles, las sesiones a distancia son un recurso que, en estas circunstancias, suma y acerca.

 


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