Hablando con nuestras niñas, Mitos y realidades de la amistad

 en Pequeños Ciudadanos
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Vivimos en una sociedad muy estricta respecto a lo que se espera de la amistad entre mujeres. La sociedad a través de las diferentes manifestaciones culturales como películas o novelas, idealizan la visión de la amistad perfecta para toda la vida y ponen mucha presión en ser “niñas buenas”, es decir, alegres, desinteresadas, amorosas, serviciales, tranquilas, entre otras múltiples cualidades heroicas que acentúan el renunciar a la expresión de las emociones que no sean “positivas” para buscar ser aceptadas y pertenecer a un determinado grupo social.

Rachel Simmons, co fundadora del “Girls Leadership Institute” habla de cómo las investigaciones han demostrado que las niñas que son más auténticas en sus amistades –que son abiertas y honestas sobre sus emociones, incluso teniendo conflictos –tienen conexiones más cercanas y felices. Pero esto es difícil de lograr, cuando la misma exigencia internalizada va en contra: en muchas ocasiones cuando tienen problemas con su vida social se culpan a ellas mismas. Pueden interpretar problemas menores como catástrofes e incluso sentirse avergonzadas.

Las niñas, a diferencia de los niños, tienen una gran sensibilidad para captar señales de aceptación o rechazo. Y serán más autocríticas si provienen de ambientes familiares que han lastimado su autoestima al mandar mensajes de no ser suficientemente buenas, bonitas, inteligentes, flacas… creando inseguridad o por el contrario, recibieron tantos mensajes de ser princesas, hermosas, maravillosas que ante un revés social se sienten devastadas.

Y así, las amistades llenas de arcoíris y corazones de los primeros años, se van transformando en una compleja interacción en la medida en que avanzan por la primaria y se acentúan en la secundaria. Y hablo del caso de mujeres, pues el mundo femenino presenta particularidades que no se encuentran en el universo de los varones. Por ejemplo, muchas de las situaciones complicadas en el caso de las niñas son por omisión: cosas que no se dijeron, invitaciones que no se dieron, planes en que fueron excluidas. Signe Whitson, autora de “8 Keys to End Bullying: Strategies for Parents & Schools” se refiere a estas formas de agresión social veladas que provocan un importante efecto en quién las vive, más por no entender o tardar en identificar de dónde viene o porqué le está sucediendo a ella.

Algo importante para poder ayudar a nuestras hijas a encontrar buenas amigas es ayudar a que se conozcan, tengan claro cuáles son sus valores y qué es lo que buscan en una amiga. A la vez podemos enseñarles qué es una amistad: qué podemos esperar de las amigas, qué es real y qué son mitos idealizados. Que puedan reconocer cuándo hay que esforzarse más para conservar una amistad y cuando hay que dejarla ir ¡lo más rápido posible! Así, podremos dar una nueva perspectiva a las situaciones sociales lo que conduzca a una mayor seguridad y confianza para disfrutar de las relaciones con sus amigas.

¿Qué podemos enseñar a las niñas para manejar la realidad de sus amistades?

No existen las amistades perfectas
Una amistad sana es aquella donde puedes expresar tus sentimientos sin temer que sea el fin de la relación. A veces tienes que dejar que se te resbalen las cosas. Los momentos duros te ayudan a conocerte y a conocer a los demás.

Muestra compasión y empatía
Si tú misma eres una persona empática y aceptas a las demás como son, te abrirás las puertas a nuevos grupos y oportunidades de amistad. Así como también podrás ayudar a quienes estén pasando por situaciones de rechazo o malos tratos.

Confía en tu instinto
Tienes un compás interno que te dice qué está bien o con qué te sientes cómoda o no, hazle caso y defiende tu derecho a pensar diferente o a no querer participar en algo que no te hace sentir bien. A veces, más que rechazo encontrarás admiración.

Te van a excluir de planes
Puede ser porque alguien quiso hacerlo o porque se les olvidó incluirte. Puede ser por una razón importante o no haber motivo; puede tener todo o nada que ver contigo. Está bien estar triste y puedes apoyarte en tus padres, algún maestro o adulto en quien confíes.

Aunque te esfuerces, a veces no aceptarán tus disculpas
Tú solamente eres responsable de tus acciones, no de las de los demás. Si en este momento no aceptan tus disculpas, déjalo estar. Posiblemente cambien las cosas cuando se calmen las aguas.

Se vale enojarse
Puedes sentir enojo y expresarlo mientras lo hagas de manera asertiva, es decir, siendo respetuosa de la otra persona pero estableciendo claramente lo que te molestó y marcando límites para prevenir futuras situaciones o para alejarte de amistades tóxicas.

Muestra tu fortaleza
Cuando se trata de una rival o “frienemy” más que mostrar abiertamente tus emociones, hay que marcar con seguridad un límite e incluso enfrentar sus comentarios con humor. El no darle importancia será el mejor tratamiento que puedas darle a sus agresiones.

Tus padres serán las personas ideales para hablar de tus emociones y mostrarte vulnerable.

Las amistades terminan
Las amistades florecen en un ambiente de libertad y es raro que duren para siempre. Por diferentes motivos pueden terminar y dar paso a nuevas amistades. También puede que una amistad cercana se aleje y vuelva a tu vida en otra etapa.

Puedes hacer amistades nuevas fuera de la escuela
Las amistades fuera de la escuela: vecinas, primas, compañeras de algún hobbie o deporte, dan una perspectiva diferente cuando te agobie algún problema con amigas de la escuela. Siempre es refrescante poder salir a otro ambiente y saber que cuentas con más recursos en tu repertorio social.

Las amistades necesitan espacio
Hay ocasiones que las amigas están ocupadas o enfocadas en otras relaciones. Duele pero no es personal. Hay veces que si una relación es muy intensa necesita descansar.

La mejor orientación no la dan las amigas
Tendrás amigas que pueden ser muy listas, pero la mejor orientación y guía en situaciones difíciles la tendrás de tus papás u otros adultos en quién confíes. Sobre todo en la adolescencia lo único estable que encontrarás en tus amigas es la inestabilidad.

Si entendemos que el pertenecer a un grupo de amigas es un elemento importantísimo conforme las niñas van creciendo, podremos apoyar a nuestras hijas orientándolas y dando herramientas para que sea un camino menos complicado y que de pie a grandes amistades en su vida adulta.

Como programa educativo que promueve los derechos de los niños, Pequeñ@s Ciudadan@s busca ayudar a conocer y fomentar el derecho a la salud emocional. Nuestro equipo está asesorado por médicos, psicólogos, educadores, abogados y filósofos para compartir información y actividades formativas en cultura de la legalidad a los niñ@s. Te invitamos a compartir nuestros artículos y a estar informado en nuestra página de Facebook.


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Showing 1 comments
  • David Rodriguez Santos
    Responder

    Excelente nota. Creo que también aplica al mundo de los adultos…y de los niños aunque entiendo la complejidad de ser mujer.

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